En una de las veladas más esperadas del año en el mundo del streaming, la creadora de contenido Abby no solo sorprendió al público con su victoria en el ring, sino que también emocionó a miles de venezolanos al desfilar con la bandera tricolor en alto durante su entrada.
El evento, celebrado en el estadio de La Cartuja en Sevilla y organizado por el reconocido streamer Ibai Llanos, reunió a millones de espectadores de habla hispana en una jornada cargada de adrenalina, música y emociones. Pero fue Abby Little Rage, como se le conoce en redes, quien se robó una parte del show desde el primer momento.
Con paso firme y mirada desafiante, la streamer española de raíces venezolanas hizo su entrada al cuadrilátero luciendo dos banderas: la de España, su país de nacimiento, y la de Venezuela, país natal de su madre. El gesto fue captado por miles de cámaras y compartido de inmediato en redes sociales, donde la comunidad criolla celebró con orgullo.
“Esto va por mi mamá y por todos los venezolanos que me han apoyado desde el principio”, expresó Abby en una breve entrevista posterior al combate.
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La influencer enfrentó a RoRo Bueno, una tiktoker madrileña con más de 9 millones de seguidores, en un combate que estuvo cargado de tensión desde el inicio. Aunque RoRo partía como favorita del público, Abby logró imponer su ritmo y potencia, llevándose la victoria por decisión dividida del jurado tras tres rounds intensos.
El gesto de portar la bandera venezolana fue interpretado como una reafirmación de sus orígenes y un homenaje al país que, según confesó en varias entrevistas, “le enseñó el valor de la resistencia y la autenticidad”.
El nombre de Abby fue tendencia en redes venezolanas durante toda la noche. En Twitter, usuarios celebraban su valentía no solo en el ring, sino también por visibilizar al país en uno de los eventos más vistos del año en Twitch.
Una nueva embajadora digital del tricolor
La hazaña de Abby no es menor. En un mundo digital donde las identidades suelen diluirse, ella optó por destacar su herencia binacional con orgullo. En tiempos donde el país busca referentes positivos, su gesto se ha convertido en símbolo de representación para miles de jóvenes que viven dentro y fuera de Venezuela.